El satanismo está basado en la manipulación de la energía y la conciencia. Estos rituales profundamente

enfermos crean un campo de energía, una frecuencia vibracional, que conecta la conciencia de los participantes a otras conciencias de la cuarta dimensión inferior. Éste es el campo dimensional, también conocido como el bajo astral para muchas personas, que resuena a la frecuencia de las emociones vibracionales bajas como el miedo, la culpa, el odio, etcétera. Cuando un ritual enfoca estas emociones, como el satanismo lo hace, una conexión poderosa es hecha con la cuarta dimensión inferior. Estos rituales invariablemente tienen lugar en puntos de vórtice y por tanto el terror, el horror, y el odio, creado por ellos ingresan la rejilla de energía global y afectan el campo magnético de la Tierra. Las formas de pensamiento de esa escala de malevolencia mantienen baja la frecuencia vibracional y afectan el pensamiento y la emoción humanos.Lo que llamamos la "atmósfera" es el campo vibracional y cómo ha sido afectado por las formas de pensamiento humanas. Por lo tanto, hablamos de una atmósfera feliz, clara o cariñosa, o una oscura o de mal presentimiento. Cuanto más cerca el campo de la Tierra está vibracionalmente a la cuarta dimensión inferior, más poder tienen esas entitades sobre este mundo y sus habitantes. El satanismo no es sólo una enfermedad y una perversión, aunque también es eso, su razón principal para la existencia, del punto de vista de la Hermandad, es controlar el campo magnético de la Tierra; adorar y conectarse con esas entitades ; beber la fuerza vital de sus víctimas sacrificadas; y proveer energía para esas entitades que viven en otras dimensiones que parecen alimentarse de la emoción humana, especialmente el miedo. Estos sacrificios son, literalmente, sacrificios a los "dioses" y han estado ocurriendo durante miles de años. El sacrificio masivo de personas por los aztecas en América Central, y así tantos otros, era para suministrar comida para los llamados " Walkins" ( personas que son poseidas por esas entitades de otras dimensiones ) que comen los cadáveres y beben la sangre, y el alimento de energía para estas entidades no- físicas de la cuarta dimensión inferior. Los rituales satánicos en general tienen lugar por la noche porque eso es cuando el campo magnético es más estable. Durante el día las partículas eléctricamente cargadas del viento solar causan turbulencia al campo y hacen la conexión de interdimensional más difícil. Es más estable durante los eclipses totales y esto es cuando pueblos nativos mantuvieron sus ceremonias más importantes para contactar y manifestar entidades de otras dimensiones. Los chamanes tribales saben esto.

La creencia era que un sacrificio para apaciguar a "los dioses" protegería las vidas de muchos más. Éste es otro origen del concepto del chivo expiatorio, el muerto por los "pecados" de otros. Esto, por supuesto, se ha manifestado como muchos "héroes" religiosos míticos que "murieron así que nuestros pecados pueden ser perdonados". En las historias de Santa Columba (paloma, Semíramis), esta heroína "Cristiana" se dice que dijo a sus monjes que era conveniente para uno de ellos que fuera enterrado en los cimientos de un nuevo monasterio en la isla escocesa de Iona (el Sol) para "santificar" el suelo. Un Santo Orán se ofreció y por consiguiente, se creía, fue derecho al cielo. Los relatos romanos por el historiador, Tácito, revelan cómo los druidas lo consideraban un deber cubrir sus altares con la sangre de sus cautivos y cómo consultaban a los dioses vía entrañas humanas. Las mismas historias pueden ser encontradas en Irlanda y Escocia. El mito irlandés dice que Irlanda fue primero poblada por un grupo de dioses avaros llamado los Formorians que exigían a dos tercios de los niños nacidos todos los años. Los fenicios y sus parientes, los cartagineses, sacrificaban humanos a una escala grande y también lo hicieron los Cananitas. Cuando Cartago estaba pasando apuros en la guerra contra Roma, 200 familias nobles sacrificaron a sus hijos a Baal (el dios del Sol fenicio, Bel o Bil).Otro tema es el sacrificio del niño primogénito, más a menudo el primer hijo varón. En algunas tribus originarias en Australia, la madre mataría y comería al niño primogénito para asegurar que podría tener más.El culto de la calavera como un foco del ritual se ha repetido una y otra vez en esta historia con los Templarios, los misterios de Rennes - le - Chateau, y la Sociedad de la Calavera y Huesos en los Estados Unidos. Examinando los cuerpos del Hombre de Pekín, que data de hace quizás un millón de años, y el Hombre de Neandertal, datando de hace aproximadamente 200.000 años, pruebas de tales rituales pueden ser encontradas incluso en estos tiempos tempranos. El culto de la cabeza, que incluía comer el cerebro de la víctima, se hizo más complicado en Jericó hace aproximadamente ocho mil años y evidencia de los mismos rituales ha sido encontrada en la religión sintoísta en Japón y en antigua China. Anath, la
hermana legendaria de Baal, era retratada adornada con cabezas cortadas junto con manos humanas pendientes de su cinto, las mismas como las diosas madres de México e India.
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