Translate
miércoles, 22 de mayo de 2013
LA MATRIX 7
LA MATRIX 7
La creencia en un «Principio Creador» es uno de los fundamentos de la Masonería universal, ya que originado en numerosos años de operativismo de la construcción, los Masones saben que nada puede ser creado sin Creador; el Universo y la vida no escapan a ese principio; pero, ¿ Cuál es el origen de la fuerza que puede generar tanta potencia, tanta
creación, tanta armonía ?¿ Es efecto o causa ? ¿ Dónde está situada ? ¿ En Dios ?. Pues, si la
fuerza está en el universo ¿ Dónde está Dios ?
- Tradición -
Sentado sobre su trono de nubes en Thulé, (extremo septentrional de nuestro mundo
donde, de acuerdo a muy antíguas leyendas, la vida habría aparecido por primera vez), Elfou
(uno de los más antiguos nombres de Dios), admiraba su creación, un muñeco de arcilla roja al
cual él acababa de dar el «soplo de vida» y que llamó: Adán (el «Primero» en antiguo arameo).
Queriendo que ese pequeño ser se volviera el padre de la humanidad y reinara sobre el mundo
que él había acabado de crear, Dios decidió instruirlo en el conocimiento de los misterios de la
vida.
- Las 7 ciencias libres -
El conocimiento del «Todo en Todo» es el más grande y más antiguo misterio de la
Masonería; en él se resume el conocimiento de las 7 ciencias libres que eran el Trivium: la
Gramática, la Dialéctica y la Retórica, y el Cuadrivium: la Aritmética, la Geometría, la Música
y la Astronomía, todas se reúnen en una sola «Gran ciencia sagrada»: la Geometría, que
encuentra su más alta expresión en Egipto, país que debe su filosofía a la India después de que
ella se expresó en Persia y en Caldea y de haber fundado las bases de las civilizaciones del
medio oriente . Los secretos de las 7 ciencias libres fueron comunicados a Jabal, hijo mayor
de Lamec, patriarca descendiente de Caìn y de su mujer Zilla. La alquimia y el arte de forjar los
metales fueron transmitidos a su hermano Tubalcain. Los dos hermanos grabaron sus
conocimientos sobre dos columnas; la una de piedra y la otra de ladrillo, con el fin de que ellos
no se perdieran durante el diluvio ordenado por Dios que comenzó en el año del mundo 1.657
(2.378 antes de Jesucristo), llovió durante 40 días y 40 noches y el agua se mantuvo 160 días
por encima de la tierra.
Esta es la version que nos dan los Masones sobre el principio de la Tierra . Otra cosa es lo que realmente paso en el principio ,segun que escritos ,en el anterior articulo hablamos de la llegada de un Principe llamado Caligastia ) para gobernar el planeta Urantia ( la Tierra).
Caligastia era un Hijo Lanonandek, el número 9.344 de la orden secundaria.Antes del reinado de Lucifer en Satania, a Caligastia se le había adscrito al consejo de los asesores de los Portadores de Vida en Jerusem. Lucifer ascendió a Caligastia a un puesto en su séquito personal, y éste desempeñó satisfactoriamente cinco misiones sucesivas de honor y confianza.No se envió el Príncipe Planetario de Urantia solo a su misión, sino que fue acompañado por el cuerpo acostumbrado de asistentes y auxiliares administrativos.
El séquito comprendía gran cantidad de ángeles cooperadores y una multitud de otros entes celestiales que se asignaron a fin de llevar adelante los intereses y promover el bienestar de las razas humanas. Pero desde
vuestro punto de vista, el grupo más interesante de todo el séquito del Príncipe era el de los miembros
corpóreos —a los cuales, a veces, se les refiere como los cien de Caligastia.
Antes de la llegada de estos cien ciudadanos de Jerusem, los dos Portadores de Vida supervisores que
residían en Urantia, tras haber perfeccionado sus planes, solicitaron permiso a Jerusem y Edentia para
trasplantar el plasma vital de cien supervivientes seleccionados de la descendencia de Andón y Fonta a los
cuerpos materiales destinados para los miembros corpóreos del Príncipe. Se otorgó el permiso en Jerusem y
se aprobó en Edentia.Se ubicó la sede central del Príncipe Planetario en la región del Golfo Pérsico de aquellos días, en la zona que correspondió a la Mesopotamia futura.La llegada del séquito del Príncipe produjo profunda impresión. Bien que se requirieron casi mil años para difundirse las nuevas al extranjero, las enseñanzas y la conducta de los cien nuevos residentes influyeron sobremanera en las tribus próximas a la sede central mesopotámica. Y gran parte de vuestra mitología subsiguiente nació de las leyendas tergiversadas sobre estos días pasados en que estos miembros del séquito del Príncipe se repersonalizaron en Urantia como superhombres..
El grupo corpóreo, no obstante, era sobrehumano. Comenzaron ellos su misión en Urantia como extraordinarios seres de naturaleza triple:
1. Eran corpóreos y relativamente humanos, pues encarnaban el mismo plasma vital de una de las razas
humanas, el plasma vital andónico de Urantia.
El séquito corpóreo del Príncipe Planetario suele procrear sus sucesores en algún momento anterior al retiro del servicio planetario especial. Lo normal es que dicho acto acontezca a la llegada del Adán y Eva Planetarios o poco tiempo después de eso.
Estos seres extraordinarios, por ende, casi no tenían idea de qué tipo de criatura material se produciría como
resultado de su unión sexual. Y, de hecho, nunca lo supieron; pues, antes de llegar al momento de dicho paso en la prosecución de su labor mundial, se trastornó el régimen entero debido a la rebelión.
2. Los cien eran seres materiales pero sobrehumanos, tras haberse reconstituido en Urantia a manera de
hombres y mujeres singulares que pertenecían a un orden superior y extraordinario.
Conforme a sus instrucciones, el séquito no practicó la reproducción sexual, aunque sí estudiaron con gran
esmero su constitución personal, y exploraron a fondo cada fase imaginable de unión del intelecto (la mente) y de la morontia (el alma). Durante el año treinta y tres de su estadía en Dalamatia, mucho antes de terminar de construirse la muralla, los números dos y siete del grupo danita descubrieron por azar un fenómeno que resulta de la unión del yo morontial de cada uno de ellos (el cual, presuntamente, es no sexual y no es material); esta aventura dio como resultado la primera de las criaturas intermedias primarias. Este ser nuevo era del todo visible para el séquito planetario y sus asociados celestiales y, sin embargo, no era visible a los hombres y mujeres de las distintas tribus humanas. Con autorización del Príncipe Planetario, todo el grupo corpóreo emprendió la producción de seres similares, y todos lo lograron, siguiendo las instrucciones de la pareja precursora danita. Así, pues, el séquito del Príncipe, con el tiempo, engendró el cuerpo original de los 50.000 seres intermedios primarios.
Estas criaturas de tipo intermedio prestaban un gran servicio al llevar adelante los asuntos de la sede central
mundial. Eran invisibles a los seres humanos, pero a los residentes temporales primitivos en Dalamatia se les
enseñó sobre estos semiespíritus invisibles, y durante edades constituyeron la totalidad del mundo espiritual
para estos mortales en vías de evolución.
3. Los cien de Caligastia eran personalmente inmortales, o incapaces de morir. Por su forma material
circulaban los antídotos de las corrientes vitales del sistema; y de no haber perdido el contacto con los circuitos por causa de la rebelión, habrían seguido viviendo por tiempo indefinido, hasta que adviniera posteriormente el próximo Hijo de Dios, o hasta su futura liberación a fin de reanudar el trayecto interrumpido a Havona y al Paraíso.Estos complementos antidotales de las corrientes vitales de Satania se derivaban del fruto del árbol de la vida, un arbusto de Edentia que los Altísimos de Norlatiadek enviaron a Urantia al llegar Caligastia. En la época de Dalamatia este árbol se cultivaba en el patio central del templo del Padre invisible, y el fruto del árbol de la vida permitió que los seres materiales y, en otros respectos mortales, del séquito del Príncipe, siguieran viviendo por tiempo indefinido, siempre y cuando tuvieran acceso a él. Si bien a las razas evolucionarias no les servía de nada, este supersustento fue más que suficiente para brindarles vida continua a los cien de Caligastia y también a los cien andonitas modificados que estaban asociados con ellos.
LAS CALAMIDADES DE CALIGASTIA
Al recordar la larga carrera de Caligastia, encontramos un solo rasgo de su conducta que pudiera haber
llamado la atención; era sobremanera individualista. Tenía propensión a ponerse al lado de casi todo grupo de protesta y solía simpatizar con quienes en forma ligera expresaban críticas implicitas. Detectamos una
tendencia temprana a impacientarse ante la autoridad superior y a resentir levemente toda supervisión. A pesar de su incipiente resentimiento por la asesoría de sus superiores y su impaciencia ante la autoridad, cada vez que se sometió a pruebas, demostraba su lealtad a los gobernantes del universo y obedecía los mandatos de los Padres de la Constelación. Hasta el momento de su oprobiosa traición de Urantia, de hecho, no se le había achacado ninguna falta.Cabe señalar que a Lucifer y Caligastia se les había informado con paciencia y advertido con amor en cuanto a sus tendencias críticas y al desarrollo sutil de su orgullo propio y el engreimiento que aquél supone. No obstante, todos estos intentos de ayudar habían sido interpretados por ellos como crítica infundada e injustificada intrusión en las libertades personales. Según Caligastia y Lucifer, sus bien intencionados asesores obraban de acuerdo con los mismos motivos reprensibles que empezaban a dominar su propio pensar distorsionado y sus planes descarriados. Juzgaban a sus generosos asesores a través de sus propios ojos cada vez más egoístas.
A partir de la llegada del Príncipe Caligastia, la civilización planetaria progresó de manera bastante normal
durante casi trescientos mil años. Aparte de ser una esfera de modificación de vida, y por tanto, propensa a
numerosas irregularidades y episodios insólitos de fluctuación evolucionaria, Urantia progresó de forma muy
satisfactoria en su trayectoria planetaria hasta los tiempos de la rebelión de Lucifer y la traición simultánea de
Caligastia. Este desacierto catastrófico así como el fracaso ulterior de Adán y Eva en cumplir con su misión
planetaria modificaron toda la subsiguiente historia del planeta.
El Príncipe de Urantia ingresó en la oscuridad en el momento de la rebelión de Lucifer, acelerando así la
prolongada confusión del planeta. Posteriormente se le privó de su autoridad soberana mediante la acción
coordinada de los gobernantes de la constelación y otras autoridades del universo. Compartió las inevitables
vicisitudes de Urantia aislada hasta el momento de la estadía de Adán en el planeta y contribuyó en parte al
fracaso del plan concebido para elevar las razas mortales mediante la infusión de sangre vital de la nueva raza violeta: los descendientes de Adán y Eva.
En los días de Abraham, mucho fue coartado el poderío del Príncipe caído como perturbador de los asuntos
humanos, debido a la encarnación mortal de Maquiventa Melquisedek; y posteriormente, durante la vida de
Miguel en la carne, este Príncipe traidor fue, finalmente, despojado de toda autoridad en Urantia.
Si bien la doctrina de un diablo personal en Urantia tenía algún fundamento en la presencia planetaria del pérfido e inicuo Caligastia, no obstante, fue del todo ficticia por cuanto enseñó que tal «diablo» podía influir en la mente humana normal contra su libre y natural albedrio.Incluso antes del autootorgamiento de Miguel
en Urantia, jamás pudieron Caligastia ni Daligastia oprimir a los mortales ni obligar a individuos normales a que cometieran una acción contraria a la voluntad humana. El libre albedrío del hombre es supremo en los asuntos morales; hasta el Ajustador del Pensamiento residente se niega a obligar al hombre a que piense un solo pensamiento o cometa una sola acción contraria al libre albedrío del hombre.
Y ahora, este rebelde del reino, despojado de todo poder de perjudicar a sus antiguos súbditos, aguarda la
sentencia final de los Ancianos de los Días de Uversa para todos los que participaron en la rebelión de Lucifer.
LA REBELIÓN PLANETARIA
LOS PROBLEMAS RELACIONADOS con la existencia humana en Urantia son imposibles de comprender sin conocer ciertas grandes épocas del pasado, señaladamente, el caso y las consecuencias de la rebelión planetaria. Aunque esta sublevación no estorbó de forma grave el progreso de la evolución orgánica, modificó marcadamente el curso de la evolución social y del desarrollo espiritual. Esta calamidad devastadora influyó profundamente en toda la historia superfísica del planeta.
Llevaba Caligastia trescientos mil años a cargo de Urantia cuando Satanás, el asistente de Lucifer, hizo una de sus visitas periódicas de inspección. Al llegar Satanás al planeta, su aspecto no se parecía de ninguna manera a vuestras caricaturas de su majestad nefaria. Era, y sigue siendo, un Hijo Lanonandek de gran brillantez. «Y no es maravilla, porque Satanás mismo es una brillante criatura de la luz».
En el transcurso de esta inspección, Satanás informó a Caligastia sobre la entonces «Declaración de Libertad» de Lucifer, que éste proponía, y como ahora sabemos, el Príncipe acordó en traicionar al planeta cuando se anunciara la rebelión. Las personalidades leales del universo alimentan particular desdén hacia el Príncipe Caligastia por su traición premeditada del encargo. El Hijo Creador expresó este desacato al decir: «Eres como tu jefe Lucifer, y has perpetuado pecaminosamente su iniquidad. Fue un falsificador desde el comienzo de su exaltación de sí mismo, porque no moraba en la verdad».
En la gestión administrativa de un universo local, ningún encargo alto se considera más sagrado que el que se
deposita en un Príncipe Planetario, quien asume la responsabilidad del bienestar y la dirección de los mortales evolutivos en un mundo recién habitado. De todas las formas de la maldad, ninguna destruye más la condición de la personalidad que la traición de un encargo y la deslealtad a los amigos de confianza. Al cometer este pecado deliberado, Caligastia deformó su personalidad de forma tan completa que su mente nunca más ha podido recuperar completamente el equilibrio.
Hay muchas maneras de considerar el pecado; pero desde el punto de vista filosófico del universo, el pecado es la actitud de una personalidad que deliberadamente resiste la realidad cósmica. Se puede considerar el error como un concepto erróneo o una deformación de la realidad. La maldad es una realización parcial de las realidades del universo o una falta de adaptación a ellas. Pero el pecado es una resistencia intencional a la realidad divina —el optar conscientemente oponerse al progreso espiritual— en tanto que la iniquidad consiste en desafiar abierta y persistentemente la realidad reconocida y supone tal grado de desintegración de la personalidad que raya en la locura cósmica.
Poco después de la inspección de Satanás, cuando la administración planetaria estaba en vísperas de realizar
algo grande en Urantia, a mediados del invierno de los continentes septentrionales, un día Caligastia sostuvo
una prolongada conferencia con su asociado Daligastia, después de la cual este último convocó a los diez
consejos de Urantia a una sesión extraordinaria. Esta asamblea se inauguró declarando que el Príncipe
Caligastia estaba a punto de proclamarse soberano absoluto de Urantia y que exigía que todos los grupos
administrativos abdicasen, cediendo todas sus funciones y competencias a Daligastia en su calidad de
fideicomisario, hasta tanto que se reorganizara el gobierno planetario y, posteriormente se redistribuyeran estos cargos de autoridad administrativa.
La presentación de esta sorprendente exigencia fue seguida por el discurso magistral de Van, presidente del
consejo supremo de coordinación. Este ilustre administrador y capaz jurista tildó el proceder propuesto por
Caligastia de acto que rayaba en la rebelión planetaria y exhortó a los presentes a abstenerse de toda
participación hasta tanto se pudiera presentar un recurso de apelación ante Lucifer, el Soberano del Sistema de Satania; y se granjeó el apoyo de todo el séquito. Como corresponde, se interpuso apelación en Jerusem y llegaron sin tardanza las órdenes que designaban a Caligastia como soberano supremo en Urantia y que
exigían absoluta e incondicional lealtad a sus mandatos. A esta sorprendente comunicación el noble Van
contestó con su memorable alocución que duró siete horas, en que acusó oficialmente a Daligastia, Caligastia y Lucifer de desacato a la soberanía del universo de Nebadon; y apeló a los Altísimos de Edentia para su apoyo y confirmación.
Entretanto, se habían cortado los circuitos del sistema; Urantia quedó aislada. Todos los grupos de vida
celestial en el planeta, de repente y sin aviso, se hallaron aislados, totalmente incomunicados de asesoría y
consejos exteriores.
Daligastia proclamó formalmente a Caligastia «Dios de Urantia y supremo sobre todos». Ante esta
proclamación, las cuestiones quedaban claramente planteadas; y cada grupo se apartó y comenzó
deliberaciones, discusiones destinadas a determinar a la larga la suerte de toda personalidad superhumana en
el planeta. Se implicaron los serafines, querubines y otros entes celestiales en las decisiones de esta encarnizada lucha, este dilatado y pecaminoso conflicto. Muchos grupos superhumanos que, por azar, estaban en Urantia cuando se aisló, fueron detenidos aquí y, como los serafines y sus asociados, se vieron obligados a elegir entre el pecado y la justicia —entre el camino de Lucifer y la voluntad del Padre invisible.
Continuó esta lucha durante más de siete años. Las autoridades de Edentia no quisieron inmiscuirse, ni se
inmiscuyeron de hecho, ni quisieron intervenir, ni intervinieron de hecho, antes de que todas las personalidades interesadas hubiesen tomado una decisión final. Van y sus asociados leales no recibieron reivindicación y liberación de su prolongada ansiedad e intolerable expectación hasta tal momento.
Ahi lo dejamos en el proximo seguimos con la Rebelion de los Dioses.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La creación es el creador, todo es uno mismo pero es muy difícil tratar de comprender las cosas a través de razonamientos que solo nos introducen en el laberinto de las ideas que no nos llevan a ninguna parte, todo en el universo es energía, las frecuencias mas altas crean la vida, las vibraciones de frecuencia media crean la materia y las más bajas crean el desorden, la energía no tiene principio ni fin, todo son ciclos y nosotros nos encontramos en un nivel que nos hace conscientes de nuestra propia existencia pero no tenemos el conocimiento de lo que es la verdadera vida, solo creemos lo que vemos pero la realidad no se reduce a lo que pueden percibir los sentidos de nuestro cuerpo físico o a lo que puedan establecer nuestros razonamientos.
ResponderEliminar